Primera semana del Metrobus de La Matanza: viajes más rápidos y cómodos, con un embudo en la rotonda de San Justo

Pasajeros, colectiveros y automovilistas elogian el nuevo ordenamiento, aunque reconocen que hay que adaptarse. Corre fluido hasta el cruce con el Camino de Cintura, donde se forma un cuello de botella.

Colectiveros, automovilistas, pasajeros, peatones, vecinos y comerciantes arrancaron un período de adaptación tras el cambio radical en el tránsito de la Ruta 3. Después de la habilitación de los carriles exclusivos para el Metrobus La Matanza sobre la avenida Juan Manuel de Rosas, entre Presidente Perón (San Justo) y el kilómetro 29 (González Catán), todos coinciden en que se viaja más cómodo y rápido, aunque apareció un nudo a resolver: el embudo en la rotonda de San Justo entre los que se suman del Camino de Cintura y los de la Ruta 3, por lo que analizan el funcionamiento de los nuevos semáforos en ese sector.

El primer alivio en el tránsito de los 11 kilómetros entre Perón e Intendente Russo (donde hoy terminan los carriles exclusivos) lo comparten tanto los automovilistas como los choferes de las 20 líneas de colectivos que utilizan el Metrobus, como también los pasajeros. Se trata del fin de obra, después de un año y medio de cortes parciales y las molestias típicas por estas intervenciones. “Ahora que se fueron las máquinas y quedaron los carriles libres también es más rápido para los automovilistas”, remarca Sergio, desde su local a metros del Hospital Paroissien.

En una recorrida de Clarín, se observaron vestigios del final de obra, un nuevo giro a la izquierda para entrar al shopping de San Justo y después dársenas para hacer esa maniobra. Sin embargo, todavía muchos conductores cometen la infracción de hacer el giro prohibido y en algunos casos han quedado en el medio del carril exclusivo y en otros han llegado a producir accidentes.

“Me subí al colectivo en Marconi y tardé 15 minutos menos en llegar”, remarca Abigail, una empleada de la estación de servicio de Ruta 3 y Thames, en San Justo.

Aparte de resaltar la iluminación y el tránsito fluido para los vehículos, que en algunos tramos tienen tres carriles por lado y en otros dos, muchos resaltan el ensanche de la avenida. “Pavimentaron ese espacio de tierra que había hasta la vereda y nos la nivelaron porque estaban a distinta altura”, aseguró Martín, de la mueblería “La Pantera”, que desde hace 48 años atiende en Ruta 3 y Sinclair. Mientras elogiaba los cambios, un vecino que lo saludó se quejaba por lo que tenía que caminar de más para llegar hasta la nueva parada.

Las estaciones están más espaciadas y en los primeros días esto genera confusión en algunos pasajeros. En el centro de San Justo, los colectivos ya no pasan por las calles aledañas a la plaza. “Es un problema que haya quedado lejos”, comentó un pasajero al chofer del 96, quien indicó que, para llegar al centro comercial del barrio, debía bajarse en la estación Arieta y caminar por esa calle o en la estación “Rotonda de San Justo”.

Más allá de los beneficios que comentan los vecinos, todavía hay un foco de conflicto: la rotonda de San Justo. “Tienen que reformular los accesos y egresos. Parece la salida de la cancha de River. El supermercado Walt Mart tiene una sola entrada por la Ruta 3 y una única salida a Camino de Cintura, por lo que el tránsito siempre termina en la rotonda”, comenta César Ariel Martínez, vecino de San Justo. “Tomo el 621 desde Ciudad Evita hasta San Justo y el martes tardé 20 minutos más de lo habitual porque el colectivo se demoró ese tiempo en lograr cruzar la rotonda”, agrega Lorena Pontoriero, quien aclara que con la nueva obra el único colectivo que la lleva hasta Ramos Mejía se atrasa “muchísimo”.

Desde arriba del 96, Clarín acompañó a los choferes que debutaron con el recorrido. Antes de ingresar a la rotonda el paso se volvió más lento y las bocinas aumentaban. Si bien los semáforos ordenaban un poco, los automovilistas querían ganarle a la luz roja porque esperaban hacía mucho tiempo.

“Desde la inauguración estamos trabajando en los ajustes de los tiempos de los semáforos de la rotonda y en algunos cambios para no alimentar con más vehículos ese cruce”, explicó Guillermo Tarallo, secretario de Tránsito de La Matanza. El miércoles, cambiaron el sentido a la calle Dr. Eizaguirre, que ahora va desde la rotonda de San Justo hacia Santamaría, mientras que antes alimentaba la rotonda. Así, se convirtió en otro acceso hacia el centro de San Justo y una salida más de ese cruce hoy colapsado. ​Según el funcionario, además aspiran a tener una nueva sincronización de semáforos aceitada para este fin de semana.

«Los choferes van más relajados»

La mayoría de los pasajeros del Metrobus de la Ruta 3 aseguraron que se sienten más seguros y que se ganan unos 15 minutos en el trayecto desde González Catán hasta Derqui, en San Justo. En cambio, los que van hasta el centro de San Justo o a Ramos Mejía se quejan de la lentitud en la rotonda de San Justo.

A bordo del 96, Clarín conversó con los pasajeros: “Antes tardaba casi dos horas en ir de un lugar a otro. Ahora me ahorro casi media hora, aunque todavía le estoy tomando el tiempo”, señala Mirta, y agrega que “los colectiveros también están más relajados cuando manejan y «eso se transmite al usuario”.

Un punto que marcan los pasajeros es la falta de cestos de basura en las paradas del centro de San Justo y la cantidad de basura que tira la gente. En cuanto al viaje, una vez que se pasa el embudo de la rotonda, hay dos paradas más de los carriles exclusivos y después se vuelve al viejo trayecto de una Avenida de Mayo angosta hasta llegar a la estación de Ramos Mejía. Aunque se bajaron los tiempos, desde avenida Cristianía, en Isidro Casanova, hasta Belgrano y Avenida de Mayo, en Ramos, se tardan unos 50 minutos.

Inspectores de la Ciudad vigilan las esquinas

Después de la pelea política en la previa a la inauguración entre el Gobierno y el Municipio, parece que reinó la paz. Es que en esta primera semana, en algunas de las esquinas en las que la traza del nuevo Metrobus cruza con avenidas muy transitadas como Marconi, Cristianía o Luro, se vieron inspectores de tránsito del Gobierno de la Ciudad. “Acordamos que asistirían en un primer período de adaptación con información y presencia para evitar las infracciones de los automovilistas”, explicaron en la Comuna.

 

Cambios en giros a la izquierda: muchos no los respetan

En el recorrido que realizó Clarín, tanto arriba de la línea 96 como en auto, desde Laferrere hasta San Justo se observó un tránsito ágil en gran parte de la traza, pero un caos a la altura de la Rotonda de San Justo.

Muchos conductores giran a la izquierda en lugares prohibidos pasan con el semáforo en amarillo y quedan atascados en medio de los carriles exclusivos. “Desde que lo inauguraron, ya hubo casi 10 choques entre autos y colectivos. La gente no respeta los carriles y también está un poco perdida”, remarcó uno de los choferes de la línea 96. “Los automovilistas y nosotros tenemos que acostumbrarnos, aunque va a costar al principio”, agregó el colectivero.

A lo largo de la Avenida Juan Manuel de Rosas no se puede doblar a la izquierda. Hay dársenas, pero algunos no las respetan y aún frente a los inspectores de tránsito hacen la maniobra indebida.

Por otro lado, desde Marconi hacia González Catán, las colectoras están más liberadas y se las ve con poco tránsito. Por ahora, las críticas están orientadas en cambio a la rotonda de San Justo.

 

Fuente:

Clarín

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