Irizar triunfa con sus autobuses eléctricos

La fábrica de Aduna (Gipuzkoa) implicará una inversión total de 75 millones.

Ya hay una veintena de unidades del autobús eléctrico i2e circulando por varias ciudades españolas, francesas e inglesas. En el último año el grupo guipuzcoano ha captado contratos para fabricar al menos otras 40 unidades, la mitad de ellas de modelos articulados.

El coche eléctrico sufre todavía muchas carencias para ser rentable en la industria de automoción, aún resulta muy caro y presenta algunos problemas relacionados con la autonomía y el repostaje. Sin embargo, están surgiendo otros nichos de mercado, como el de los autobuses, en el que la electrificación se está presentando ya como una alternativa viable y rentable.

Que se lo cuenten si no al fabricante guipuzcoano Irizar que fue uno los fabricantes visionarios, que apostó hace ya más de tres años, allá por 2014, por desarrollar tecnología propia y aventurarse hacia el desarrollo de autocares urbanos eléctricos, no sólo como vía de diferenciación de producto con otros competidores, sino como posicionamiento estratégico y de diversificación industrial.

A día de hoy Irizar no habla de proyectos sino de realidades. Cerca de una veintena de sus autobuses eléctricos ‘i2e’ circulan ya por ciudades como Londres, París Marsella, Madrid, Barcelona, Bilbao o San Sebastián. Además en el último año el grupo guipuzcoano ha captado contratos para fabricar al menos otras 40 unidades, la mitad de ellas de modelos articulados. Entre las últimas adjudicaciones están 15 unidades para Madrid, 4 unidades articuladas para Barcelona y no se pueden olvidar las 18 unidades articuladas adjudicadas en concurso por la región francesa Aglomeración de la Costa Vasca-Adour (que comprende la zona de Bayona, Anglet, Biarritz).

Esta gran apuesta de Irizar por el autobús eléctrico va más allá del diseño de la totalidad del vehículo (sistema de tracción, carrocería, etc.), sino que también abarca todas las infraestructuras y equipos para recarga, tracción y almacenamiento de energía y mantenimiento. Es decir, un ‘llave en mano’. En esta modalidad se incluye el contrato de la Aglomeración de la Costa Vasca-Adour, en que además del suministro de los vehículos y equipos, se incluye su mantenimiento integral durante 15 años.

En este contexto, constituyeron la filia Irizar e-mobility y se decide la construcción de una nueva fábrica en Gipuzkoa, en la localidad de Aduna, a 34 kilómetros de la histórica sede central de Ormaiztegi (no se puede olvidar que Irizar es una de las empresas vascas en funcionamiento más antiguas, ya que ronda los 125 años de historia). Esta nueva planta, con una superficie de 37.000 m2, incorporando las últimas tendencias en lo que se denomina Industria 4.0 y donde centraliza desde el pasado mes de mayo toda la producción de autocares y sistemas eléctricos asociados.

La inversión realizada hasta la fecha supera los 60 millones euros, cantidad que se espera elevar hasta los 75 millones en los dos próximos años. Sin duda alguna, la nueva planta está llamada a convertirse en la ‘niña bonita’ de Irizar y le permitirá consolidarse de lleno en el nicho de mercado de flotas de autobuses urbanos.

En la actualidad, la plantilla inicial de Aduna alcanza el centenar de profesionales apoyados por personal de su sede central de Ormaiztegi. Sin embargo, el equipo directivo de Irizar confía en que cuando el proyecto esté a pleno desarrollo, en tres o cuatro años, la firma habrá creado entre 300 y 500 nuevos empleos en la fabricación de autobuses eléctricos así como en las soluciones de electromovilidad asociadas a esos vehículos y que constituyen un claro valor añadido y una ventaja competitiva.

Las expectativas del grupo vasco -que la pasada primavera recogía el galardón concedido por la Cámara de Gipuzkoa a la Mejor Empresa del territorio- pasan porque las soluciones de electromovilidad supondrán entre el 20 por ciento y el 25 por ciento del mercado mundial en tan solo tres años.

Se estima una subida muy fuerte de pedidos, sobre todo entre las flotas de autobuses urbanos teniendo en cuenta que las administraciones se están poniendo las pilas, nunca mejor dicho) en su apuesta por las soluciones de movilidad más sostenibles medioambientalmente.

Importantes pedidos en Madrid y Barcelona

Este verano Irizar se ha adjudicado sendos pedidos de autobuses ‘i2e’ eléctricos para Madrid y Barcelona. En el caso de Madrid se trata de un gran pedido, ya que lo compone nada menos que 15 unidades, de su modelo de 12 metros, con sus correspondientes cargadores eléctricos que la Empresa Municipal de Transportes de Madrid (EMT) también ha pedido a Irizar. Las entregas de unidades comenzarán el próximo mes de diciembre. Hay que recordar que la flota de la EMT la componen más de 2.200 unidades por la que las posibilidades a futuro son más que halagüeñas.

En el pedido para Barcelona el número de unidades encargadas son cuatro, pero en esta ocasión del modelo más vanguardista, el de autobuses articulados, de 18 metros de longitud, que tienen capacidad para transportar unas 140 personas; que vendrán a sumarse a las dos unidades de eléctricas de 12 metros que ya circula por la capital catalana.

A estos pedidos hay que sumar otra serie de unidades que están en proceso de prueba para la capital guipuzcoana. De esta manera, Irizar y Donostibus probarán durante seis meses un autobús articulado eléctrico para la línea 28 de San Sebastián, la que conecta el centro de la ciudad con la zona de hospitales, e instalará una estación de carga de oportunidad que permitirá al autocar cargarse a lo largo de la jornada.

Más de 580 millones de facturación

Las magnitudes que ha alcanzado ya el grupo Irizar son ya francamente relevantes. Así cerró el ejercicio 2016 con una facturación superior a los 580 millones de euros, un 5,4 por ciento más que el año anterior. La matriz del grupo, la cooperativa Irizar, con sede en Ormaiztegi (Gipuzkoa) sigue aportando el 50 por ciento de los ingresos del grupo y es también la que aporta mayor incremento del valor añadido de sus productos.

En España se ha recuperado el mercado de autocares interurbanos, en que la cuota de la marca Irizar se sitúa en el 40 por ciento.

La facturación de las plantas del exterior supuso (México, Brasil, Sudáfrica y Marruecos) otro 30 por ciento, mientras que las unidades de diversificación ?(Jema, Datik, Hispacold, Massats y Alconza) aportan ya el otro 20 por ciento.

 

Fuente:

El Economista

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