En la última sesión ordinaria del 2017, al filo de la renovación del cuerpo, los ediles salientes y los que tienen mandato por dos años más protagonizaron una intensa jornada de negociaciones políticas que incluyó la sanción del presupuesto 2018, el pase a planta permanente de una veintena de asesores y cambios en la tarifa del transporte.
El Frente Progresista volvió a contar con el apoyo del PRO para sacar adelante el paquete que pedía a gritos el Ejecutivo. Las iniciativas salieron con algunas modificaciones tras un trabajoso acuerdo palaciego.
La jornada legislativa arrancó a media mañana en la comisión de Presupuesto.
Allí, tres ediles del Frente y el macrista Carlos Cardozo le dieron despacho al presupuesto 2018, pero con cambios al mensaje original del Ejecutivo.
Finalmente, el pedido de la intendenta Mónica Fein de incrementar la TGI para fortalecer el Fondo Compensador del Transporte, se acordó llevarlo al 7,5 por ciento, y no el 15 por ciento como se planteó en el proyecto original.
«Con esto sumamos unos 5 millones de pesos por mes al sistema, un total de 60 millones al año, la mitad de lo que se buscaba con el mensaje inicial del Ejecutivo», precisó la presidenta de la comisión de Presupuesto, la concejala socialista Verónica Irízar.
Como al oficialismo le faltaban recursos para garantizar la sustentabilidad del sistema, luego la negociación siguió en los pasillos, en los despachos y a media tarde en la comisión de Servicios Públicos.
Allí, de manera sorpresiva, hubo consenso para una serie de cambios trascendentes que impactarán en el corto plazo en el bolsillo de los usuarios de los colectivos urbanos.
De manera excepcional se aprobó una suba de 51 centavos desde enero a la nueva tarifa que había fijado por decreto Fein para comienzos de año, en $10,99. Con lo cual la nueva tarifa básica será de $11.50.
«En el diálogo con el PRO surgió esta opción, ellos sugirieron que una parte del desfasaje del boleto se cubra con tarifa en el marco de la política que está llevando adelante el gobierno nacional de sinceramiento de valores, y otra con ajuste de la TGI», agregó Irízar.
En paralelo, el Frente Progresista y Cambiemos acordaron modificar la ordenanza sancionada en 2015, ideada por Osvaldo Miatello (PJ), que autoriza al Ejecutivo a aumentar el boleto de transporte público dos veces al año, en marzo y septiembre.
Ahora los ajustes automáticos de la tarifa podrán realizarse de manera trimestral según índices inflacionarios, con topes en los aumentos salariales promedios.
De esta forma, habrá cuatro subas automáticas del transporte urbano por año, sin que intervenga el Concejo. Este parámetro regirá a partir de junio de 2018.
Los proyectos que consensuaron el oficialismo y el PRO dispararon fuertes críticas de la oposición, que denunció un pacto a espaldas del resto de las bancadas.
La sesión tardó una enormidad en comenzar. Al filo de la medianoche continuaba deliberando Labor Parlamentaria.
Y en plena madrugada, tras intensas argumentaciones los concejales se aprestaban a votar el paquete. Según el texto aprobado ayer, el municipio tendrá recursos por 16.486 millones de pesos y gastos por 16.704 millones, lo que arroja un déficit de 218 millones.
Al cierre de esta edición parecía fracasar la emisión de letras municipales por $150 millones para atender desequilibrios fiscales a escala local.
Se cambió la fórmula de ajuste automático. Ya no serán dos las subas anuales sino cuatro, cada tres meses
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