Paseo del Bajo: las claves para circular en la nueva autopista porteña

Camiones y micros irán por una vía subterránea. Particulares y colectivos, a nivel del piso. Nuevos carriles y cambios en cruces y giros.
En los primeros días de 2017, una foto inmortalizó el inicio de la obra puso demorada por 50 años. Unos 28 meses después, y con las elecciones acá nomás, la apertura del Paseo del Bajo reinventa la circulación en una de las zonas más complejas de la Ciudad, y ofrece una imagen contundente de cara a octubre. Será este lunes 27 de mayo cuando, a partir de las 10.30, y de manera progresiva, comiencen a habilitar accesos y egresos a la trinchera por la que circulará el tránsito pesado. Y activen totalmente la apertura de las calles vecinas.
Conformado por un corredor de vinculación Norte-Sur, los 7,1 kilómetros que recorre van desde la calle Brasil y la bajada de la Autopista 25 de Mayo hasta el Peaje Retiro de la Autopista Illia. Además, tiene un ramal de ingreso a la terminal de micros de Retiro, que es de tipo rotacional y que se ubica en la avenida Antártida Argentina entre Ramón Castillo y De los Inmigrantes, y otro que conecta con el Puerto de Buenos Aires.
La Autopista Paseo del Bajo se basa en una zona de circulación preferencial para tránsito pesado: camiones y acoplados cuyo peso en forma individual sea igual o mayor a 12 toneladas y ómnibus de transporte de pasajeros de larga distancia, circulen con o sin carga. Se construyó bajo a nivel y dispone de dos accesos de emergencia vehiculares: la salida hacia avenida Antártida Argentina, a la altura Dársena Norte, y la salida avenida Huergo o avenida Alicia Moreau de Justo, a la altura Humberto 1°. Estos accesos sólo serán operados por personal de Seguridad Vial de AUSA. También existen salidas de emergencia peatonales.
El tránsito pesado tardará 12 minutos en hacer un trayecto que hasta ahora demoraba 47, de acuerdo con el anuncio oficial. Sin peajes y sin barreras bajas. En cuanto a los autos demorarán 33 minutos, 14 menos que en la actualidad, agregaron.
El Paseo del Bajo funciona con Telepase y es la primera autopista porteña en implementar el sistema «free flow»: se trata de pórticos con lectores de patentes a la altura de Independencia, que registra a los vehículos y habilita el cobro automático. En esta traza la tarifa es plana a toda hora.  En tanto, como un derrotero a nivel que corre paralelo al semi túnel crearon el par vial para el tránsito liviano y el transporte público de pasajeros.

En total, diseñaron 12 nuevos carriles, cuatro que corren en trinchera para los vehículos pesados y ocho para los livianos (cuatro en cada sentido). En todos, la velocidad máxima permitida es de 60 kilómetros por hora.

Del par vial, el que es mano al sur está formado por el eje Huergo-Madero y fue el primero en habilitarse este sábado 25 de mayo. Arranca en la bajada de la Illia en la avenida Castillo, sigue por esta y a continuación por Antártida Argentina, y luego se desvía hacia Madero por la calle San Martín, en el Centro de Trasbordo de Retiro, hasta llegar al eje. Desde aquí también se tendrá acceso a las autopistas 25 de Mayo y Buenos Aires-La Plata.

Hacia el norte corre por Alicia Moreau de Justo y continua por Antártida Argentina hasta Castillo. Allí se gira hacia la izquierda y se sigue hasta la Calle 8, donde se vuelve a girar hacia la izquierda en avenida Costanera para tomar los carriles derechos y continuar. Esta mano recién comenzará a recibir a los vehículos particulares, taxis y colectivos en las últimas horas del lunes.
Para acceder a los establecimientos frentistas, el tránsito deberá circular por los carriles derechos, desde donde también se podrá girar a la derecha, eliminando los giros a la izquierda en toda la traza. El tránsito pasante, por su parte, utilizará los carriles izquierdos con una circulación más fluida, ya que en ellos no se permite la detención de vehículos. El giro a la derecha no corre más, pero sí se podrá dar vuelta a la izquierda.

Las líneas de colectivos que recorren el par vial tendrán paradas cada 400 metros y estarán delimitadas por un sistema de «cajones amarillos». Cada una de estas estructuras marcan el espacio físico para la detención de los coches y en su interior se organizaron los paradores con un máximo de dos líneas cada uno, evitando demoras en el ascenso y descenso de pasajeros.

El lunes por la mañana también abrirán los nuevos cruces vehiculares de Cochabamba y Moreno y reactivarán los que ya existían con entrada a Puerto Madero por Estados Unidos y salida por Independencia, ingreso por Belgrano y salida por Moreno, entrada por Corrientes y egreso por Lavalle e ingreso por Viamonte y salida por avenida Córdoba -todos vistos desde la posición norte-. Y a la altura de Perón habrá un puente doble mano.

Aparte, están los pasos peatonales, ubicados en Chile, México, Venezuela y Tucumán. Pero esos no serán los únicos puntos de vinculación para los peatones: prometieron que en poco menos de dos meses para que la salida al Río de la Plata cuente con un paisaje mucho más integrado. Es que una vez terminada la obra vial, para evitar su deterioro, comenzará a tomar forma el Parque Lineal del Bajo, que sumará diez hectáreas de espacio verde público al área y estará conformado por una secuencia de plazas urbanas de diferente escala, uso y significación.
Con puntos de conexión a la red de wifi pública, tendrá zonas aptas para almorzar, estudiar, trabajar o simplemente distenderse al aire libre. Contará con un recorrido de circuitos peatonales y bicisendas y con una explanada-mirador que servirá para extender la visión de Puerto Madero hacia el río, pegada al muro histórico del Antiguo Puerto de Buenos Aires. Dos bulevares arbolados con vegetación nativa sobre el par vial (uno por sentido), completarán la nueva fisonomía de este sector porteño con alta rotación turística.
Fuente:
GCBA

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