Chile: La fábrica de boletos dejó de funcionar tras 42 años de historia

La máquina llegó a imprimir más 7 mil millones de ticket y tiene record de emisión de 2 millones cuatrocientos mil boletos en un día
Entrar a la fábrica de boleto de Metro es como realizar un viaje en el tiempo. Todo se detuvo. Si antes era un lugar bullicioso, hoy dista mucho de lo que llegó hacer. Maquinarias detenidas, cajas vacías, algunas tal vez sin abrir; instrumentos que aguardan a ser usados y hasta trabajos a medio terminar, se pudieron observar en un último recorrido realizado antes de ser desmantelada y puesta en venta.

En 2017 se anunció que se pondría fin a la venta de boletos, siendo sustituido por el sistema de tarjetas bip! Luego de más de cuatro décadas de uso, en el que se emitieron un poco más de 7 mil millones de ticket, la máquina de “Boleto Chambón” fue apagada y con ella toda una historia.
Javier Pinto, director ejecutivo de la Corporación Cultural MetroArte, expresó que “estamos despidiéndonos de la máquina, que forma parte de la historia de Metro, donde se llegó imprimir cifras superiores al millón de boletos por días. Hay un record de 2 millones cuatrocientos mil boletos en una sola jornada”. De hecho, fue en esta máquina donde en una oportunidad se emitieron los boletos del Metro de Caracas.

Los registros de esta máquina fueron guardados en video y fotografías, junto a entrevistas con los trabajadores que hicieron de ésta una fábrica.
Originalmente esta máquina funcionaba en la casa de La Moneda, hasta que, faltando dos semanas para la inauguración de Metro, fue llevada hasta el taller Neptuno, lugar que la albergó por 42 años.

“Aquí llegaban las bobinas crudas que se instalaban en esta máquina, donde se le colocaba la banda magnética, este era el primer proceso para la emisión del boleto; posteriormente, pasaba a una segunda máquina en la que se realizaba el arte que no es más que identificar el boleto para un uso específico: pase escolar, adulto mayor, retorno y evacuación; finalmente, eran cortados, empaquetados y distribuidos a las estaciones”, explicó Pinto.

La fábrica de boleto además del ticket de viaje, dio vida a una afición que por años permitió que coleccionistas se dedicaran a reunir, conservar y mostrar sus boletos más antiguos y apreciados.

Uno de ellos es Fernando Zambrano, coleccionista de artículos Metro de Santiago, quien recordó que fue una noticia terrible saber que el motivo de generación de su colección se acabó. “Desgraciadamente todo pasa por la modernidad, los boletos casi no se utilizaban y fueron desplazado por la tecnología”.

La fábrica de boleto de Metro emitió 525 diseños en 42 años. De los cuales, Zambrano logró adquirir 498. Aún sigue en búsqueda de los boletos faltantes en su colección, está consiente que será difícil completarlo, pues se encuentran en manos de otros coleccionistas.

Hugo Galaz, es otro de los coleccionistas de Metro, que contó con nostalgia como desaparece una parte importante de su historia. “Recuerdo que cuando niño iba al metro y me emocionaba poder sacar de la billetera un boleto para viajar. Lamentablemente, ese romanticismo no existirá porque estas máquinas se irán y nunca más volverán”.

El 15 de agosto de 2017 dejó de venderse el boleto unitario como parte del proceso de modernización del sistema.

 

Fuente:

Metro Chile

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