Desde la Sociedad de Conductores de Taxis reconocieron que en el último año y medio se produjo una reducción «importante» de la cantidad de autos cero kilómetro que se destinan para la actividad y responsabilizaron a la inflación y la consecuente falta de rentabilidad como uno de los principales factores que atentan contra la renovación de los vehículos.
El referente del sector afirmó que «bajo mucho el porcentaje de autos cero kilómetro» en el sector. «Veníamos con un buen promedio y lo habíamos llevado a cinco años de antigüedad. Pero en este año y medo capaz aumentaron a cinco años y medio o más incluso», estimó.
Vicente lamentó las dificultades económicas para poder acceder a la compra de rodados nuevos al señalar que esta falencia «juega en contra» de la actividad. «Tampoco vemos que las unidades se vayan a cambiar con tanta facilidad en el futuro, a corto plazo», manifestó.
«Si nos agarra la nueva conformación del Concejo Deliberante, vamos a tener que explicar de nuevo todos los argumentos que estuvimos dando en estos dos meses y no tiene sentido. Necesitamos el cambio de tarifa porque la inflación ha sido realmente importante en todo este tiempo», fundamentó.
Vicente, además, recordó que tanto taxistas como remiseros no han aplicado subas en la tarifa desde principios de año. «Para nosotros, el 50 por ciento que ya vamos acumulando de inflación es una pérdida directa en la rentabilidad. Y la verdad es que a el taxista le tiene que dar de comer a su familia, entonces lo que deja de hacer es ponerle plata a la unidad para mantenerla como corresponde», justificó.
En octubre, distintas entidades que representan a taxistas y remiseros pidieron actualizar la bajada de bandera a 67,50 pesos, lo que se traducía en un impacto del 28,5 por ciento con respecto al monto actual.
Sin embargo, en noviembre renovaron el pedido con otros valores después de conocerse que la inflación anual superaría los 60 puntos porcentuales. En ese marco, plantearon la necesidad de llevar la bajada de bandera a 75 pesos, con un valor de ficha a 5 pesos.
La propuesta es inferior al estudio de costos que había relevado la Subsecretaría de Transporte y Tránsito del Municipio: sus técnicos avalaron un incremento para que la ficha quede en 5,10 pesos y, por ende, la bajada de bandera se aggiorne a 76,50 pesos.