El proyecto de ordenanza fue impulsado desde la comisión de Feminismo y Disidencias del Concejo Municipal.
n las últimas horas un grupo de concejales presentó un proyecto de ordenanza que busca implementar la Ley Micaela en el transporte público de pasajeros de Rosario. La norma, aprobada en diciembre de 2018 por las Cámaras de Diputados y Senadores de la Nación y con adhesión de la provincia, consiste en proveer herramientas de formación en género para todos los empleados públicos de los tres niveles del Estado con el objetivo de erradicar la violencia contra las mujeres. De este modo, los ediles persiguen que también los choferes de taxis y colectivos dispongan de conocimientos en la materia.
El proyecto de ordenanza fue impulsado desde la comisión de Feminismo y Disidencias del Concejo Municipal, que se creó en diciembre del año pasado, puntualmente desde el bloque de Ciudad Futura y del Frente Social y Popular. Luz Olazagoitia, concejala del Frente Social y Popular y una de las promotras de la iniciativa, aseguró: «Es un proyecto de ordenanza para que la Ley Micaela, una ley que nuestra ciudad y provincia adhirieron el año pasado sea también inclusiva y obligatoria para aquellos que trabajan en el servicio público de transporte de pasajeros y pasajeras».
La ley Micaela obliga a todas las personas que trabajan en los tres poderes del Estado Nacional a recibir capacitaciones en temas de género y violencia contra las mujeres. El nombre es en homenaje a Micaela García, una joven de 21 años que fue asesinada en Gualeguay (Entre Ríos) por un hombre que tenía antecedentes penales por violación. La ley es obligatoria para todos los poderes del Estado Nacional.
Por otro lado, Olazagoitia manifestó sobre la comisión Feminismos y Disidencias: «Esta comisión permite al Concejo poner al mismo nivel las cuestiones de la agenda que tienen que ver con las cuestiones de género. La iniciativa va en este sentido y tuvo más eco esta semana por los casos que sufrimos, por ejemplo la violación que sufrió una chica en al linea 132 justamente a manos del chofer del colectivo».
