Desde hace varios meses atrás, la ciudad de Bogotá ha presentado varias alertas a causa de los altos niveles de contaminación ambiental que se registran en varios puntos de la capital del país.
Pese a que la Secretaría de Ambiente aseguró que tras la alerta amarilla decretada en Bogotá, la calidad del aire en la ciudad ha mejorado. Según el último reporte, un total de 12 estaciones presentan condiciones moderadas y solo la estación Carvajal-Sevillana está en regular.
De igual manera la entidad distrital indicó que el 60,3% de la contaminación del aire en Bogotá causada por el parque automotor que circula en la ciudad, proviene de las emisiones de material particulado de buses y camiones de la ciudad.
Como una de las medidas para atender esta situación, en 2019 la administración del exalcalde Enrique Peñalosaha anunció que el distrito compró una flota de 379 buses eléctricos de la marca china BYD, que se acoplarían al SITP de manera gradual en 2020.
En diálogo con La FM, Juan Mesa, gerente de BYD Colombia, habló sobre la tecnología que poseen estos vehículos y también explicó por qué estos buses eléctricos no son contaminantes en su producción y posterior desecho de residuos.
De acuerdo con Mesa, estos buses, que llegan a al SITP, cuentan con capacidad para 80 pasajeros y están equipados con Wi-Fi en el bus, un sistema para carga de USB en los asientos y un seguimiento de datos para que Transmilenio pueda tener absoluto control de la información que se genera a partir de la ubicación de los vehículos.
De igual manera, Juan Mesa sostuvo que estos vehículos no solo reducen la contaminación ambiental, pues no producen emisiones contaminantes durante su operación, también disminuyen la contaminación sonara porque su motor es más silencioso que uno que trabaja con gas o combustible.
¿El manejo de los residuos en la producción de estos buses produce contaminen?
Estos vehículos están diseñados para que tengan una vida útil de 15 años y dependiendo del tipo de uso se cambian las baterías en el año 8 y el año 12, las cuales tienen una segunda vida cuando dejan de ser útiles para el sistema de transporte, porque su capacidad de carga ha disminuido.
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Según Mesa, una batería con ocho años de uso podría tener una carga menor al 60% de su potencial inicial, esto permite que puedan ser reutilizadas en otros sectores. «Pueden usarse para otros propósitos como para almacenamiento de energía en granjas solares».
«Inclusive, esas baterías tienen un costo por eso si el operador al que se le vendieron los buses le devuelve las baterías a BYD, nosotros se las recibimos e inclusive pagamos por ellas porque sabemos que va a haber un mercado para el segundo uso de la batería en todo el sistema de distribución de energía eléctrica generalmente asociado a equipos para amortiguar picos de energía, para generar procesos de almacenamiento temporal y descarga», explicó Mesa.
El gerente de BYD Colombia también aclaró que las baterías que produce su compañía primordialmente están hechas de hierro y fosfato y en una proporción menor, de elementos como el litio. Por lo tanto la disposición de estas baterías no representan un riesgo al medio ambiente.
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Finalmente, Juan Mesa aseguró que en Colombia ya hay compañías especializadas en el reciclaje y disposición de estas baterías, esto eliminara todo riesgo de malos manejos de estos desechos.
Fuente:
Sistema Integrado Digital
