Manejan dentro de una cápsula de nailon improvisada para evitar el contacto con los pasajeros por el miedo al coronavirus.
Los choferes de los colectivos de la empresa Pehuenche debieron improvisar una especie se espacio de aislamiento para evitar el contacto con los pasajeros. Rodearon un perímetro con nailon y cintas de peligro, y bloquearon las puertas delanteras.
Los pasajeros que esta semana utilizaron el transporte de Pehuenche se vieron impactados por una improvisada medida de seguridad que pusieron los mismos trabajadores de los colectivos.
Con nailon y cintas de peligro fabricaron un perímetro seguro en el ingreso delantero de todas las unidades, para evitar la cercanía con los pasajeros y prevenir algún posible contagio de coronavirus. Sólo dejaron un recuadro recortado para que los usuarios puedan decir hasta dónde viajan.
Con esta medida quedó bloqueada la puerta delantera, y los pasajeros deben ascender por la puerta del medio o trasera, y descender por las mismas.
Además, quedaron inhabilitados los dos asientos delanteros con prioridad para personas con movilidad reducida o discapacidad.
Los choferes también deben realizar sus recorridos con barbijos, según dispuso la empresa como norma sanitaria.
La medida sorprendió a todos los usuarios, y se puede llevar a cabo gracias a que la terminal de la tarjeta Sube está instalada detrás de los choferes. En el caso de las unidades de Koko, la máquina se encuentra adelante y es inevitable la cercanía de los choferes con los pasajeros que deben pagar su boleto.
Dentro de la unidad se respeta la norma de circular sólo con pasajeros sentados, no se les cobra al personal considerado indispensable como trabajadores de la salud, y además, se realizan desinfecciones constantes y varias veces al día.
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