Con la escalonada llegada de turistas a la ciudad, Bilbao va recuperando aquellos servicios dirigidos a los visitantes y que han permanecido suspendidas por la crisis sanitaria. Este miércoles ha sido el turno del autobús turístico Bilbao City Tour, que a las 10.30 horas ha partido desde el museo Guggenheim para recorrer la villa con un itinerario especial que lleva a los viajeros a los lugares y edificios más emblemáticos. Además, en esta nueva etapa, el servicio de transporte regresa «muy ilusionado» y con muchas esperanzas de cara a verano. El área de Movilidad y Sostenibilidad acaba de renovar la flota con dos nuevos vehículos llenos de avances en cuanto a accesibilidad.
La coordinadora del servicio, Cristina Díez, no esperaba a primera hora que se llenase el autobús, ni mucho menos. «Acabamos de empezar. Los primeros han ido vacíos, estamos como de transición», argumentaba. El sirimiri tampoco hacía pensar que fuese a animarse la cosa, pero lo cierto es que ha sido la lluvia la que ha animado al primer grupo de turistas a subirse al autobús a las 12.00 horas. El grupo formado por Albert, Montse, Moisés y Bea, de Lérida, sólo van a pasar un par de días en Bilbao, por lo que un tour express por la ciudad les ha venido como anillo al dedo. «Con este tiempo hemos pensado, ¿qué vamos a hacer? Ya habíamos visto que empezaban hoy, así que nos hemos animado», comentaban.
El recorrido cuenta con once paradas repartidas por toda la ciudad, y desde el autobús los viajeros pueden contemplar los iconos referentes de Bilbao, como pueden ser el Guggenheim, San Mamés, el Teatro Arriaga y el Mercado de la Ribera. El viaje dura unos 55 minutos, y un audioguía explica los detalles y curiosidades de cada punto en trece idiomas diferentes e incluso con una versión especial para niños.
Bilbao quiere fomentar el turismo pero de una forma segura. Es por eso que todos los vehículos se han adecuado a las normas sanitarias, y tienen instalados al menos dos dispensadores del gel hidroalcohólico, así como carteles informativos y normas. Pero, sin duda, el avance más sustancial de la nueva flota, según Díez, ha sido la mejora en cuanto a accesibilidad. Para empezar, utilizando el código QR impresos en los paneles informativos en el interior de los vehículos, aquellos pasajeros con discapacidad visual pueden hacer uso de los ‘maps voice’, que narra toda la información disponible sobre el servicio y la ciudad.
Por otro lado, las personas sordomudas tienen a su disposición el programa ‘S Visual’, también mediante código QR, en el que redirecciona al usuario a la página web del servicio donde pueden interlocutar con un trabajador para resolver las dudas en directo. «Es como una videollamada donde pueden recibir la información que necesiten sobre los distintos puntos de la ciudad mediante la lengua de signos», explica Díez. Los viajeros que usen audífonos tienen a su disposición en cada autobús dos bucles magnéticos. Se trata de un dispositivo que se conecta al sonotone y le sintoniza con el autobús para escuchar al audioguía, al tiempo que modula todos los ruidos del exterior, y aisla el sonido. «El proyecto es que todo el mundo se sienta cómodo y disfruten de la experiencia», sentencia la coordinadora.
El horario hasta septiembre es de 10.30 hasta las 19.30 horas sin interrupciones con una frecuencia de media hora. El precio es de 15 euros para adultos y de 7 euros para niños entre de 6 y 12 años.
