Tras la denuncia de vaciamiento, una empresa de combis de Castelar niega el cierre y promete volver cuando termine la cuarentena

Lo anunció mediante un comunicado a sus clientes en las redes sociales. Los choferes y empleados administrativos no cobran desde abril.

Luego de varios meses de conflicto y el supuesto cierre de la empresa por el coronavirus, desde Castelar Bus, el histórico servicio de charter en zona Oeste, negaron que el servicio vaya a desaparecer. En un posteo publicado en las redes sociales de la compañía, explicaron que una vez finalizada la cuarentena, planean retomar las actividades habituales. Los choferes y empleados administrativos, mientras tanto, no cobran desde abril.

Según explican los trabajadores, el problema se originó en marzo cuando a raíz del aislamiento social, preventivo y obligatorio la flota de combis que une el Oeste con el centro porteño dejó de circular. Y aunque el último día de trabajo fue el 18 de ese mes, el mes siguiente se encontraron con que el depósito de los sueldos no había sido efectuado.

Ahora, en medio de acusaciones, desde Castelar Bus comunicaron que la situación podría cambiar una vez que el Gobierno Nacional habilite la mayoría de las actividades. «La empresa ha decidido que hasta tanto no se permita el normal desenvolvimiento de las actividades, no reanudará sus servicios regulados», detalló un primer comunicado a través de Facebook.

Y aclararon  que, por el momento, la gran mayoría de los abonados continúan con tareas de Home Office y respetando altamente la cuarentena: «Los altos costos que insumen prestar nuestro servicio y la nula demanda de nuestros clientes hace que sea inviable hasta que no se reabra el aislamiento y el AMBA no constituya un foco de contagio tan peligroso«.

El delegado de Castelar Bus, Maximiliano Santacroce, afirma: «Cuando en abril fuimos a cobrar vimos que los sueldos no estaban, y en la empresa decían que no tenían plata. Entendemos la situación, pero necesitamos cobrar«. Además denuncia que en medio de la pandemia, las diez combis con las que contaba la empresa fueron vendidas.

En su comunicado, la empresa de charters se refirió indirectamente a este último punto, al mencionar «presiones sindicales» y «distintas publicaciones en redes sociales con información errónea y descalificante a la que no hemos respondido, dado que nuestro enfoque ​siempre ha sido preservar nuestra actividad y procurar la reactivación de la misma». 

Sus combis conectan desde hace 21 años el oeste del Conurbano y la Capital Federal por autopista. Al momento de interrumpir el servicio contaban con 25 empleados, entre choferes y administrativos, que sostienen haber perdido su empleo. Con el paso de los días, y ante la falta de respuestas, desde el cuerpo de delegados de la UTA, el gremio del transporte, iniciaron acciones legales relacionadas a presuntas irregularidades con los pagos a la obra social.

El conflicto se reactivó cuando el 12 de junio desde la compañía notificaron a las usuarios que la empresa no se encuentra quebrada. En el posteo detallaron los motivos por los cuales llegaron a esta situación: «Comenzamos en marzo con muchos clientes de licencia. Un gran porcentaje de nuestros pasajeros volvían de vacaciones del exterior a fines de febrero y entraban en cuarentena por prevención«. Y luego adjudican el problema a la delicada situación económica: «Sumado a ello el decreto del 19 de marzo que impuso el aislamiento hizo que fuera insostenible cumplir con el pago total de sueldos y todas sus obligaciones comerciales y bancarias. Demoledor para Castelar Bus«.

Al día de hoy el personal subsiste a base de un porcentaje del sueldo que fue depositado por Nación a partir del ATP, el programa de emergencia que asiste financieramente a entidades empresariales y de producción, y con los bolsones de comida que reciben por parte del sindicato que integran.

Con respecto al comunicado de Castelar Bus, el delegado Santacroce dice que el cuerpo de empleados no fue convocado a reanudar el trabajo y que se enteraron mediante Facebook. «Nuestro objetivo es que nos den explicaciones de la situación y saber qué va a pasar con nosotros. De todas formas, hay un vínculo que se rompió», concluye.

 

Aunque en mayo se aprobó el permiso de circulación para las empresas prestadoras de servicio de charters, Castelar Bus no salió en esa ocasión debido a la poca actividad que se registraba en aquel momento en la zona del AMBA. Algunas empresas sí lo hicieron, pero por la falta de demanda, varias volvieron a suspender la actividad, y buscan prestar servicios puntuales o alternativos, como el traslado de trabajadores a las fábricas que fueron autorizadas a reabrir siempre que sus empleados no utilicen el transporte público.

 

Fuente:

Clarín

Castelar Bus

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