Santa Fe: La antigua Terminal de Ómnibus Gral. Manuel Belgrano

Muchas son las personas que desconocen la historia de la Estación Terminal de Ómnibus Gral. Manuel Belgrano. Tengo en mi poder copia de una nota aparecida en una revista en 1972, donde entrevistaban al Señor Antonino Moscato y que gentilmente me hizo llegar su hija Graciela Moscato de Busso, por lo que estoy muy agradecido. Junto a Graciela y su hermano Juan, somos hijos de transportistas y nos transformamos en la nueva generación de esa actividad.

Antonio Moscato residía con su familia en Rosario y viajaba a Santa Fe donde tenía sus ocupaciones como vendedor de chasis y camiones en la Empresa «International Harvester», tenía también una representación de chasis para la fabricación de camiones acoplados.

Su padre, Juan Moscato, era dueño de una tropa de Coches de Plaza en Rosario, por lo que llevaba en la sangre los genes de transportista. Esos coches se utilizaban tanto para transportar pasajeros y en algunas ocasiones cargas, como las que recuerdo, una máquina de coser y otros objetos de menor porte.

Hasta el año 1935 los propietarios de ómnibus, del que era usuario, salían y llegaban en calle Crespo, frente a la Plaza España, y a él le parecía una enormidad ascender a un ómnibus en plena calle con lluvia o con sol, con frío o calor, por lo que imaginó una terminal similar a la de los Ferrocarriles.

En la entrevista contaba que el transporte de pasajeros a Rosario comenzó en el año 1931, cuando un señor Canale con un «Auto Colectivo» traía desde Rosario a Santa Fe los ejemplares de «Critica» y algunos pasajeros hasta la Distribuidora de Diarios y Revistas «La Ideal», propiedad del Señor Manuel Guevara, un Transportista de Rafaela y de su socio Juan Levy, en la ex calle Rosario (hoy Lisando de la Torre), de donde retornaba sin los diarios pero con más pasajeros.

Fue en el año 1935 cuando le surgió la idea de la Terminal de Ómnibus, la que concibió, construyó y habilitó en un Terreno Fiscal, propiedad del Gobierno de la Provincia de Santa Fe, en calle Mendoza entre 25 de Mayo y 27 de Febrero, con frente al Parque Alberdi, a la que le impuso el nombre de «Estación Terminal Gral. Manuel Belgrano» y que sería la Primera en Santa Fe, en el país y en América Latina.

Debió luchar mucho para convencer a los dueños de ómnibus para que la utilizaran. Se encontró con su negativa porque alegaban que les significaba un costo más de explotación en sus malogradas economías. Durante un tiempo tuvo que soportar burlas e insultos, que en alguna oportunidad derivaron en golpes de puño.

Finalmente, luego de muchos cabildeos, se llegó a un acuerdo y los colectivos comenzaron a utilizar las plataformas de salidas y llegadas, a las que poco a poco se fueron sumando nuevas Empresas.

Con el paso del tiempo le fue expropiada por el Gobierno de la Provincia de Santa Fe, quien pasó a Administrarla, en la que instaló la Oficina de la Dirección General de Transportes, con un cuerpo de Técnicos Mecánicos e Inspectores cuya función era controlar el buen estado de las unidades y el cumplimiento de los servicios de las Empresas.

En su entrevista cuenta que la primera Concesión entre Santa Fe y Rosario fue adjudicada a un Señor «Faccini» de Rosario, a la que después le siguieron las Empresas «El Galgo» y «El Rápido», éstas tenían pintadas al costado del ómnibus, junto al nombre, la figura de un perro de la raza «Galgo».

Moscato y mi padre se conocían desde que vivían en la Ciudad de Rosario. Al cabo de unos años, se encontrarían viviendo ambos en Santa Fe. Mi padre había llegado en 1933 para integrarse junto a su Primo Santiago Scuderi como componentes de la Empresa La Unión, Línea «G», que prestaba el servicio de transporte urbano de pasajeros en el populoso Barrio de Villa María Selva y Moscato en 1935 cuando construyó la Terminal.

El 3 de mayo de 1938 Antonino Moscato y sus socios fundaron la Empresa «T.A.T.A.» con un Servicio Directo entre Santa Fe y Rosario, que por Ruta Nacional N° 11 unía ambas ciudades en un tiempo de 2 horas y 45 minutos con un ómnibus «Goal» de 11 asientos, uno de los cuales estaba ubicado del lado del conductor.

Las empresas, «El Galgo» y «El Rápido», hacían ese trayecto con colectivos de 37 y 40 asientos, empleando un tiempo de 4 horas, con una parada técnica de 10 minutos en Barrancas. Cuando el número de pasajeros superaba la capacidad de asientos, se colocaban en el pasillo, por cada fila de asientos, «transportines», unos bancos de madera «tipo tijera» con asientos de lona, sin respaldo.

Antonino se destacó como «fundador» de Empresas, a la de T.A.T.A. le sucedieron otras, a nivel provincial, Empresa «Central San Justo», «El Norte», «San Jerónimo», «Helvecia» y «Micro», ésta con servicios a domicilio cuando arribaban a las Terminales de Rosario y Santa Fe, bajo la jurisdicción del Ministerio de Transporte de la Nación, «El Norte Bis», «Zenit», «El Práctico» y Empresa «Godoy», un servicio internacional entre Buenos Aires y la hermana República del Paraguay.

Los socios de «Zenit», una Empresa de Transporte de pasajeros que realizaba la ruta entre Santa Fe y Mar del Plata, fueron integrantes de «Audición Deportiva» un programa en «LT9 Radio Santa Fe». Contaban para ello con un ómnibus semirremolque con capacidad para 57 personas, partiendo de Santa Fe los Viernes a la noche, regresando desde Mar del Plata los domingos para arribar a Santa Fe el lunes en horas de la mañana

Al desvincularse Moscato de sus socios solicitó a la Secretaría de Turismo de la Nación la Licencia de Agencia de Viajes a nombre de «Zenit Turismo», de la que eran socios su hija Graciela, su esposo Alberto Busso y su hermano Juan, quienes quedaron como titulares de la Empresa de Transporte, que a partir de esa instancia prestaba un servicio diario entre Santa Fe y Mar del Plata.

La Agencia de Viajes tenía a su cargo la organización de distintos Tours, pero se especializaba en Viajes de Estudiantes a Inglaterra, que Graciela Moscato, como Profesora de Inglés, acompañaba.

A Antonino le tocó vivir un lamentable suceso en las postrimerías de su actividad, cuando en el atardecer del 20 de noviembre de 1970, un ómnibus de la Empresa Helvecia que cumplía el trayecto entre Santa Fe y la localidad de Helvecia por la Ruta Provincial N° 1, al encontrarse sobre el Puente del Arroyo Leyes, debido a una descompostura repentina del conductor, chocó el guardarraíl y las barandas del puente y cayó a las profundas aguas del Leyes, ocasionado la muerte de más de 58 personas. Esta noticia luctuosa se contrapuso a la de un bebe que se salvó porque flotó sobre las aguas gracias a su bombacha de goma.

Antonino Moscato fue protagonista, un símbolo y referente del Transporte de Pasajeros Automotor en esta provincia. Su historia, cuyo comienzo fue auspicioso, tuvo ese trágico final que él no merecía, ya que presumiblemente poco tiempo después provocó su fallecimiento.

Este texto lleva implícito un homenaje a la memoria de quien se destacara por ser el principal actor de todos los emprendimientos citados los que marcaron y jalonaron su vida y la de Santa Fe.

 

Fuente:

El Litoral

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