España: Huesca prueba un microbús eléctrico para crear un nueva línea por el casco histórico

Su puesta en marcha forma parte del proyecto de movilidad sostenible y digital que el Ayuntamiento presenta a los fondos europeos y cuyas actuaciones precisan de una inversión de alrededor de 5 millones de euros.

El minibús eléctrico tiene 5,5 metros de longitud y capacidad para 25 pasajeros.

Desde la plaza Santo Domingo hasta la de la Catedral, pasando por las calles Canellas y Goya para completar una línea circular que atienda la demanda de transporte público de los vecinos del casco histórico de Huesca, una zona que quedó fuera de las rutas del autobús urbano puesto en marcha en septiembre de 2013, coincidiendo con la peatonalización del centro. Junto a la empresa Avanza, el Ayuntamiento ha presentado este martes un vehículo 100% eléctrico que hasta el jueves recorrerá, de forma experimental y si viajeros, las calles más antiguas de la ciudad. No obstante, esta prueba no supone su inmediata entrada en funcionamiento, que tendrá que esperar a que el Ayuntamiento disponga de financiación suficiente para ello.

Este microbús y otros cambios pendientes en cuanto al movimiento de peatones y automóviles en la capital oscense forman parte de las propuestas que incluye el proyecto que se presentará a los fondos Next Generation EU y que se quiere desarrollar entre los años 2021 y 2023. Con un presupuesto global de unos 5 millones de euros, tiene como objetivo aplicar una mayor digitalización de los servicios públicos de movilidad urbana para que esta sea «más sostenible medioambientalmente, más inteligente y más segura».

La propuesta que optará a los fondos europeos se ha dado a conocer este martes en la  Ponencia de Movilidad. Entre las actuaciones que contempla está la ampliación de la capacidad de los sistemas de vigilancia en la zona peatonal y de los de control semafórico. De esta forma, se podrían sensorizar otros elementos relacionados con el tráfico como la velocidad, la instalación de un alumbrado inteligente o la regulación del tráfico en función de la demanda; o incluso incluir sensores de ruido y contaminación del aire.

Otra de las líneas de actuación del proyecto es la de fomentar una movilidad basada en combustibles alternativos y electromovilidad. Para ello, se plantean iniciativas como la instalación de nuevos puntos de recarga para vehículos eléctricos, la posibilidad de poner en marcha una línea de autobús basada en hidrógeno o la renovación progresiva de toda la flota municipal mediante la adquisición de vehículos eléctricos.

La concejala de Movilidad del Ayuntamiento de Huesca, Ana Loriente, ha explicado que las pruebas con el microbús y las realizadas hace un mes con un autobús también eléctrico y de 8,5 metros de longitud fuera del casco antiguo, «son necesarias para poder plantearnos nuevas rutas y una movilidad más sostenible de cara al futuro». 

Las cuestas y la participación ciudadana

El minibús que se está probando tiene una longitud de 5,5 metros y una anchura de 2 m, con capacidad para 25 personas. Desarrolla una potencia de 180 cv. En estas tres jornadas  se vigilará la duración de las baterías, los periodos de carga y la adecuación a las cuestas… Todavía no se conoce cuál podría ser el coste de su compra como el del día a día.

El grupo de Con Huesca Podemos Equo en el Ayuntamiento de Huesca ha mostrado su extrañeza por el hecho de que la asociación de vecinos del barrio donde se prueba este microbús eléctrico no haya sido convocada «para opinar sobre el recorrido y las necesidades de la población que vive en dicha zona».

El director de la División Norte de la empresa Avanza, José Ramón Lasierra, ha señalado que con estas pruebas «se va a comprobar la idoneidad y operatividad de estos nuevos vehículos para esta zona de la ciudad». Según ha explicado, hace tres años que la compañía, adjudicataria de varias líneas de transporte urbano e interurbano en Aragón, trabaja en este proyecto. «De momento, en la Comunidad Autónoma no se ha puesto en marcha ningún autobús eléctrico como servicio público», ha señalado.

Lasierra ha indicado que sí se ha probado en ciudades similares a Huesca, como Ávila. «Y se está testando en casi todos los sitios para ofrecer a los ayuntamientos la migración hacia estas tecnologías menos contaminantes y más eficientes desde el punto de vista medioambiental», ha explicado. «Es algo que llevará una velocidad de implantación exponencial y queremos estar lo más preparado posible«, ha apostillado el representante de Avanza.

De manera independiente a la consecución o no de estos fondos, el Ayuntamiento va a acometer una revisión del Plan de Movilidad Urbana Sostenible de Huesca implantado en 2013 para adecuarlo a todas estas medidas, a las nuevas formas de movimiento personal (con la entrada en escena de los patinetes eléctricos) y a la fisionomía actual de la ciudad.

 

Fuente:

Heraldo

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