El presidente Joe Biden se ha comprometido a reducir significativamente las emisiones para 2030, mientras crea nuevos empleos de energía verde bien pagados.
Su administración ha identificado a los autobuses eléctricos como una de las principales formas de lograr ese objetivo.
Esto es lo que está en juego.
Las emisiones de gases de efecto invernadero del sector del transporte representan la mayor parte de las emisiones de EE. UU. Con un 29%.
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La conversión de los autobuses de tránsito a baterías o pilas de combustible reducirá esta cifra, y rápidamente.
Solo alrededor del 2% de los 70.000 autobuses de tránsito en gran parte diesel de los EE. UU. Tienen cero emisiones, según el Centro de Transporte y Medio Ambiente.
Eso está por debajo del 6% del total de nuevos registros de autobuses de Europa en 2020, según la Asociación de Fabricantes de Automóviles Europeos.
Y coloca a Estados Unidos muy por detrás de China, que ha convertido casi el 60% de su flota de autobuses, según datos del gobierno chino para 2020.
La Administración Federal de Tránsito, una agencia dentro del Departamento de Transporte, ha proporcionado casi $ 670 millones en subvenciones para autobuses electrónicos durante los últimos ocho años.
Gracias en parte a esa financiación, se espera que el mercado de autobuses electrónicos de EE. UU. Se multiplique por cinco a 2.700 millones de dólares para 2024, según los analistas.
El mercado de e-bus de EE. UU. Está liderado actualmente por dos actores: Proterra Inc, con sede en California, y BYD North America, una unidad de BYD Co Ltd., con sede en China.
Cada uno ha vendido alrededor de 1,000 autobuses a batería en los EE. UU. Durante los últimos 10 años.
Pero varios de los modelos eléctricos de los principales fabricantes de autobuses diésel están ganando popularidad entre los funcionarios de tránsito.
Biden tiene como objetivo electrificar 50.000 autobuses diésel, o aproximadamente el 70% de la flota de EE. UU. Durante los próximos ocho años.
Según un acuerdo bipartidista alcanzado el mes pasado, $ 7.5 mil millones se destinarían a programas de electrificación de autobuses, incluida la financiación de autobuses escolares eléctricos.
El presidente quiere que esa cantidad de dinero impulse la creación de empleos sindicales bien remunerados.
Fuente:
Reuters
