Las Leonas dejaron el corazón y el alma dentro del rectángulo en donde, esta mañana, perdieron la final de los Juegos Olímpicos con el país europeo por 3 a 1.
Siete minutos del segundo cuarto fueron suficiente para la “naranja mecánica” que, por medio del córner corto, selló la victoria y desplomó el sueño de las argentinas.
Como sucedió en la previa de cada presentación de Las Leonas en los Juegos Olímpicos, las chicas argentinas fueron las últimas en bajar del micro y realizaron el “ritual” de cantar y mover el vehículo de un lado hacia el otro.
Una arenga que traspasó las ventanillas y asombró a propios y extraños. El rugido de Las Leonas se escuchó en todo Tokio, eran unas “fieras” dispuestas a todo.
“Se mueve para acá, se mueve para allá. Esta es la banda más loca que hay”, fueron los gritos que se llegaron a escuchar desde las cámaras televisivas que rodearon al micro.
Un verdadero sismo vivió eso pequeño colectivo amarillo que trasportaba el sueño de un equipo lleno de guerreras, que por poco, casi pierde las ruedas.
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