Ariel Rocha, el arquero que jugó el último Boca-Ferro de Primera y ahora maneja un colectivo

Rocha no extraña el fútbol: administra una empresa de transportes y desde los ’90 incursionó en la cría y engorde de ganado.

Boca venció a Ferro en La Rioja por los 16avos de final de la Copa Argentina. Un duelo con historia en Primera División pero que hace 22 años no sucedía. Aquella tarde de domingo del 19 de marzo del 2000, por la sexta fecha del Torneo Clausura, los dirigidos por Carlos Bianchi, que hacía su presentación como DT de Boca, golearon 4-0 a los de Juan Domingo Rocchia y Jorge Brandoni. Juan Román Riquelme, Alfredo Moreno, Julio Marchant y Ariel Groothuis, en contra, fueron los autores de los goles. ¿Quién los sufrió en el arco verdolaga? Ariel Rocha, quien hoy está bien alejado del fútbol.

La carrera de Rocha y un prematuro final

Ariel Rocha debutó en Ferrocarril Oeste en 1993 y permaneció hasta el 2000, cuando pasó por Independiente, luego Nueva Chicago y por último Arsenal, donde se retiró en 2004. «El fútbol siempre fue, y es, una burbuja. Yo siempre fui medio perro verde en ese sentido. Siempre dije las cosas que no siempre el otro quiere escuchar. Ese fue siempre un problema mío y por eso a temprana edad dejé el fútbol», explicó a Clarín sobre el final de su carrera.

Luego, analizó: «No comulgaba con el camino de todo el mundo, de los dirigentes, nada. Eso te va a haciendo perder casilleros en este viaje. No sos negocio, no sos nada y encima quizás al no atajar como el Pato Fillol no lo podés suplir».

Por qué Rocha decidió alejarse del fútbol

Luego de colgar los guantes, Rocha dejó atrás el deporte que le dio de comer por tanto tiempo: «No extraño el fútbol. No fui nunca más a una cancha. Bueno, en realidad miento: me llevó mi hijo, somos todos de Independiente y en ese momento Independiente estaba en riesgo de descenso y mi hijo más grande, Bautista, me dijo: ‘Vamos a ver si cambiamos la racha’. Fuimos, fue empate, pero la racha y el destino estaba marcado», expresó.

«Vivo contento, muy motivado en lo que hago y no me detengo a ver por qué no voy más. Le puse al fútbol todo lo que yo podía ponerle y ahora le pongo de todo a lo que estoy haciendo muy intensamente. Quizá no tengo el tiempo. La verdad no me despierta nada. Miro fútbol de Inglaterra, de España, el Argentinos de mi amigo (Gabriel) Milito, miro ciertos partidos que elijo, algún clásico un domingo. Pero si tengo que dejar de hacer algo que a mí me interesa por un partido, no lo hago», agregó.

Qué hace Ariel Rocha actualmente: entre el campo y los colectivos

Actualmente, Rocha se alejó del ambiente del fútbol y se metió de lleno en la gerencia de una empresa de transportes y en la cría y engorde de ganado«Cuando jugaba al fútbol, los jugadores arrancaban para los departamentos y yo agarré para el campo, en el 91-92. Cuando me retiré ahí arranqué con la empresa. Mi papá era chofer, después accionista. Le puse a la línea (de transporte, la 178) la misma fuerza que le puse al fútbol. Yo me metí en la empresa el 2 de junio de 2002, en pleno quilombo: la salida de De La Rúa. Estaba en Arsenal… Y acá estamos hoy», contó a Clarín.

Ariel Rocha palpitó el Ferro-Boca por Copa Argentina y recordó sus actuaciones ante el Xeneize

«El hincha lo va a vivir igual que el equipo. El hincha vuelve al lugar de donde nunca se tendría que haber ido. Como que tiene un flash y amanece en la ‘A’ por un rato, por 90 minutos. Después del partido llegará a la realidad de dónde está Ferro hoy», aseguró. Y sumó: «El equipo debe tener la máxima concentración. Los jugadores darán dos veces el 100 por ciento porque es el partido en que podes entrar en la historia y demostrar cómo estás haciendo las cosas. La ilusión es doble, por los hinchas y los jugadores».

«Me acuerdo de muchos Ferro–Boca. Un día le ganamos al Boca de Bilardo, que tenía a Caniggia. La gente de Boca se fue de la cancha, dicen. Después un 1-1 con el equipo del Bambino Veira, que no ponía a Riquelme y por ese punto no fueron campeones… Pero de ese partido, particularmente no me lo acuerdo. Me acuerdo del anterior, yo venía jugando medianamente bien, jugué infiltrado, no anduve bien y perdimos 4-2… pero del 4-0 no tengo registro…

Tengo memoria selectiva», recordó con Clarín. Hasta que el periodista Luciano Bottesi le mostró el compacto en YouTube y, entre risas, lo aceptó: «Sí, efectivamente era yo…».

 

Fuente:

Clarín

FotoBaires

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