Silencio en Microcentro: sin autos ni colectivos, bajó 90% el ruido

Según una medición oficial, disminuyó hasta un 87,4% la energía sonora que se producía en la zona con autos y colectivos en las calles. Ya se intervinieron 63 de las 76 cuadras del Microcentro.

¿A qué se debe? A la derivación de los colectivos al Metrobus, la transformación de varias calles en largas peatonales, la consecuente restricción del acceso para automóviles, entre otras medidas.

El Microcentro solía ser un ruidoso infierno de motores en marcha, gritos, smog y malhumor. Un lugar compartido a los empujones y bocinazos entre automovilistas, colectiveros y peatones que hacían malabares para caminar por las veredas angostas. Esta postal del pasado reciente contrasta con la actualidad. Desde que se derivó al transporte público a los carriles del Metrobus y se restringió el acceso a los autos particulares, la zona se volvió más amigable para caminar. Ysegún datos del Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño, el ruido disminuyó hasta un 87,4%.

Hoy el 80% del Microcentro es peatonal: se intervinieron 63 de las 76 cuadras que lo componen. La transformación empezó en 2008, con el Programa Prioridad Peatón, pero se fue profundizando en los últimos años con el Plan Microcentro. Desde la Secretaría de Transporte se ocuparon de despejar de vehículos el perímetro entre Córdoba, Pellegrini, Avenida de Mayo y Leandro N. Alem, para que las calles internas sean preferencialmente para peatones. Y el Ministerio de Ambiente se encargó de la nivelación de calzadas y veredas para que se pueda caminar con comodidad. Los trabajos incluyeron la renovación de las baldosas, la plantación de árboles y la incorporación de bancos, cestos y luminarias LED.

metrobus-9dejulio
Metrobus 9 de Julio

Los cambios provocaron un profundo impacto, sobre todo porque sin autos hubo una gran disminución de la contaminación sonora.De acuerdo a un estudio de Espacio Público, en 2007 en la calle Esmeralda durante el día se registraban 77,5 decibeles (dbA), un nivel de ruido equivalente al que produce un camión hormigonero. Pero en la actualidad, se miden valores que rondan los 68,5 dbA. “En términos deenergía sonora, la reducción del ruido fue de un 87,4%”, explica el informe del Ministerio.

En Ambiente aclaran que, a diferencia del decibel, la energía sonora se compone de todas las ondas sonoras presentes en un lugary que a su vez influyen en la cantidad de decibeles. Así, esta energía integra los aportes al ruido tanto del tránsito como de otros factores del ambiente.

En la calle Maipú pasó algo similar que en Esmeralda: de los 77,5 dbA que se registraban en 2007 ahora se pasó a medir 70 dbA. La energía sonora, en este caso, bajó un 82,2%. Mientras, en Suipacha el ruido disminuyó de 72,3 dbA a 66 y la energía sonora bajó un 76,6%.

En la actualidad, todos los valores medidos están por debajo de los 70 dbA, un nivel que la ley 1540 de Control de la Contaminación Acústica en la Ciudad define como “área tolerablemente ruidosa”.

“El Microcentro porteño siempre fue un lugar de gran contaminación sonora. Reducir el ruido nos permite poder vivir mejor la Ciudad y hacerla más saludable”, sostiene el ministro de Ambiente y Espacio Público, Eduardo Macchiavelli.

El Plan Microcentro que implementa Espacio Público va de la mano con el de Movilidad Sustentable que lleva adelante la Secretaría de Transporte de la Ciudad. Uno de los ejes de este último es aislar al transporte público de la congestión, creando los carriles exclusivos del Metrobus. En el caso del Microcentro, se sacaron los colectivos de las calles internas y desde 2013 hacen su trayecto más rápido por elMetrobus de la 9 de Julio. En esa avenida, las mediciones de ruido verificaron un aumento de 3 dbA.

Al mismo tiempo que Transporte incentiva que las calles del centro sean aprovechadas por peatones y ciclistas, va desplazando a los automovilistas. Desde 1997 existe una restricción para el ingreso de autos particulares en el Microcentro durante los días hábiles. En 2012, se empezó a controlar que se cumpliera y se implementaron permisos para quienes sí pueden ingresar. Así el ingreso de vehículos cayó un 50% con respecto a 2011, de 15.000 a 6.845. Dos años después, la cantidad se redujo a 5.296. Y desde enero, en que se incorporó un sistema de reconocimiento electrónico de patentes para hacer cumplir la prohibición, bajó a 4.600.

“Ahora se vive mejor. La calle está mucho más limpia, hay menos hollín. Antes por la cantidad de autos y colectivos la pelea acá era constante y el ruido y la mugre eran una barbaridad”, compara Héctor Vera, encargado de un edificio en Suipacha al 700.

“Que hayan sacado los autos en estas calles sumó, pero si quieren frenar el ruido y la mugre por completo tienen que hacer lo mismo con las transversales por donde pasa mucho tránsito, como Viamonte o Tucumán”, opina Guillermo Macario, que trabaja en la zona.

“Nuestro objetivo es que la movilidad en Buenos Aires sea una experiencia agradable, cómoda y segura -afirma el secretario de Transporte porteño, Juan José Méndez-. La idea es construir una Ciudad cada vez más verde, priorizando la calidad de vida de todas las personas”.

“La verdad que antes el Microcentro era un caos de autos, ruido y contaminación por todo el humo que largan -sostiene Martín Pico, un peatón-. Ahora se puede caminar tranquilo”.

El próximo paso será peatonalizar Tribunales

Ante el impacto positivo que tuvo la obra en el Microcentro, ahora el Gobierno porteño estudia aplicar el mismo esquema para darle prioridad a los peatones en otras zonas de la Ciudad. La próxima obra en estudio es en Tribunales y se haría entre la avenida Córdoba y las calles Libertad, Lavalle y Talcahuano.

“Se le dará prioridad a la Plaza Lavalle, como pulmón verde, en línea con la plaza que se encuentra frente al Teatro Colón. También se ensancharán las veredas y se nivelarán las calles para que los vehículos circulen más lento, e incluso para desalentar su circulación en la zona”, explica el ministro de Ambiente y Espacio Público, Eduardo Macchiavelli.

Futura peatonalización. Esquina de Talcahuano y Lavalle. Foto: Clarín - Diego Waldmann.
Futura peatonalización. Esquina de Talcahuano y Lavalle. Foto: Clarín – Diego Waldmann.

Por ahora, se están realizando los estudios preliminares para analizar de qué manera intervenir la zona. Sin embargo, en el Gobierno porteño todavía no hablan de fechas o plazos para la puesta en marcha de la obra.

“Este tipo de transformaciones trae gran cantidad de beneficios para los vecinos: menor ruido y contaminación, facilidad para trasladarse a pie, mayor iluminación y seguridad, y mejor aprovechamiento del inmobiliario urbano”, asegura Macchiavelli.

En la Ciudad ya se hicieron intervenciones en otras zonas, más allá del Microcentro, como el Barrio Chino o la calle Godoy Cruz. “Nuestro proyecto es ir viendo caso a caso, espacio por espacio, para analizar qué se puede hacer para que resulte más beneficioso para todos”, anticipó Macchiavelli.

Fuente: Diario Clarín

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